miércoles, abril 20, 2005

Prolepsis

Hace algún tiempo fui a una biblioteca pública muy pronto, sobre las ocho de la mañana. Era invierno y creo recordar que estábamos bajo una intensa ola de frío. Aunque la biblioteca estaba abierta, una jauría de personas de la tercera edad se arremolinaba en torno a la puerta, hablando afablemente entre ellos y soltando vaho por la boca. Yo estaba en un segundo plano, tomando nota mentalmente de todo lo que estaba escuchando mientras apuraba el cigarro antes de entrar. En ese momento llegó un camión del que se bajaron dos jóvenes y dejaron un par de paquetes de un periódico gratuito que muchos de vosotros conoceréis ante la mirada ávida de los viejos.

En ese momento empezó la guerra.

Colas, empujones, ataques verbales, listo, que eres un listo, no te lleves dos! ¿tú pa qué lo quieres si no sabes leer?, levantamiento amenazante de bastón. Y yo allí, en primera fila, aún sin terminármelo de creer. Si hubiera sido un valiente, me habría puesto entre ellos y habría intentado yo también coger uno de los periódicos. Pero hay que saber diferenciar la valentía de la temeridad.

¿Por qué me viene este recuerdo repetidamente a la memoria estos últimos días? Creo que estoy apunto de pasar por una crisis. No de ideas (ójala), sino de las de verdad. Aún estoy bien, pero me da este pálpito. Quizá tenga que ver con la llegada al cuarto de siglo.

Sonando: Toots & The Maytals 'Broadway Jungle'.

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