miércoles, abril 13, 2005

У меня есть жесткий мобильный телефон

Sobre todas las noticias de día de hoy, hay que destacar una por encima de todas. Por mucho que me joda reconocerlo, mi batalla sin cuartel en contra de la Filología ha encoontrado un duro escollo en su camino. No se puede pelear con nadie que reconoce y acepta su propia esencia.

En el departamento de Filología Hispánica de la Universidad de Huelva, que supongo que será pública y habrá recibido subvenciones por la junta de Andalucía o incluso de propio Ministerio de Cultura por esto, se han devanado los sesos hasta encontrar algo que pudiera ahondar en los ya trillados caminos del Humanismo. Y han encontrado su caballo de batalla en Historia de la Mierda: Cultura y transgresión, al que incluso han asistido el famoso clan de filólogos de pro como los Alvar Ezquerra (cualquiera metido en este mundillo reconocerá haber leído este nombre antes en apuntes ajenos o en pieses de página de libros negros de la editorial Cátedra). Y ahondando en la noticia podemos ver que tratarán los temas desde la psicología de lo
escatológico, de la perspectiva biológica, de las costumbres en el
mundo y la poesía antiguos, de la poesía sobre la mierda desde el
Siglo de Oro hasta la actualidad, del mundo islámico o de la
contracultura punk
. ¡Canallas! Con este tipo de cosas cada vez tengo menos posibilidades de sacar tajada del Erario público, cuando llegue con alguna txorrada seguro que ya ha sido becada más de una vez.


En otro orden de cosas, esta noche cuando salía de clase de ruso me he dado cuenta de que si tuvieran que rebautizarme alguna vez con un nombre de indio americano, seguramente elegirían el de "Sangre de Hortxata". Para poneros en antecedentes, he de deciros que las clases de ruso las doy en una sexta planta, por lo que generalmente cuando subo utilizo el ascensor, pero cuando bajo, como suelo tener un mono de tabaco de tres pares de cojones (técnicamente hablando) después de tres horas seguidas de profundización en la lengua de Cirilo, lo hago por las ejcaleras para así poder fumarme un cigarro tranquilamente hasta que llego abajo. Mientras bajaba, he sacado el móvil para ver si me había llegado alguna llamada perdida/mensaje pero se debió quedar enganchado de alguna forma en el bolsillo. Tiré fuerte de él, pero cuando lo conseguí sacar veo ante mi sorpresa que casi todo el teléfono sale volando (casi todo porque me quedé en la mano con la parte de atrás de la carcasa) con tan mala suerte que se cuela por el hueco de la escalera, y le oigo caer dándose golpes piso por piso. Yo podría haber bajado cagando oxtias para asegurarme de que nadie se había llevado un golpe en la cabeza (si me preocupara por mis semejantes) o para intentar recuperarlo al precio que fuera rezando para que no se hubiese quedado en algún recoveco al que no hubiera forma humana de llegar (como el verdadero egoísta que soy), pero no hice ni una cosa ni otra: me paré, encendí el cigarrillo y bajé como si no fuera conmigo la cosa. Cuando llegué a la primera planta, había un señor mayor mirando al suelo asustado como si hubiese visto una señal del Apocalipsis al lado de los restos de mi móvil. Se giró, me vio y me preguntó:

- ¿Es tuyo este teléfono?

- Sí.

- (dudando al verme tan tranquilo, o con mala cara pensando que bien podría ser un ladrón de teléfonos móviles) ¿Seguro?

- Sí. (Extendiendo el trozo de carcasa que quedó en mi mano, como si esto fuera de por sí una prueba irrefutable pffffffffffffffffffffffffffffffffffffff) Mira, aquí está parte de la carcasa.

- Vale; ahí tienes la batería que se ha salido con el golpe

- Gracias.

He juntado todas las piezas, las he colocado como creo que tienen que ir, lo he intentado encender y ¡oh sorpresa! Funcionaba. Así que pido a los nostálgicos que leen este blog que por favor dejen de decir monsergas como "si es que ya no se hacen cosas como las de antes". Un móvil que ha sobrevivido a la caída libre de seis pisos merece entrar en el Nirvana de las nuevas tecnologías.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la parte final, me recuerda a la Farsa del Dragón, de Valle-Inclán, cuando el verdadero "héroe", asesino de dragones saca la lengua del Dragón de su bolsillo y todos reconocen que ha sido él y no él que había robado la cabeza para llevarse todos los méritos.
(qué pena doy no recuerdo un nombre, ni siquiera común: como principe, villano)
Eres un clásico.Pero me extraña que no supieses que la literatura ejcatológica ha existido siempre, al igual que los trepas...si en el fondo eres tierno e ingenuo, sniff)
Tu incondicional harpía.