sábado, diciembre 11, 2004

Viatge al Toledo profund (y 3)

Antes de continuar con esta disección de personalidades quiero recordar a mis lectores que todas las conversaciones y los actos que estoy relatando se estaban llevando a cabo en el velatorio de la que era nuestra misma abuela, aunque quizá podéis pensar, no sin razón, que este tipo de charlas se hacían para distendir un poco el ambiente para que no nos acordásemos de que a escasos cinco metros de donde nos encontrábamos sentados charlando había un muerto. Puede ser, pero sólo os pido que tengáis en cuenta dónde me encontraba mientras sucedía lo que me dispongo a narrar.

Pasemos al siguiente de mis primos, al que podría definir como el avispao de la familia. Este hombre (ya es talludito, creo que tenía 38 años) de esqueleto ancho y achaparrado, es el propietario del Sí, pero poco, uno de los bares de moda del pueblo y cuyo nombre encierra todo un significado, el de recordarte una y otra vez que es un bar de provincias. Este hombre se fue hace unos cuatro años a Cuba a (supongo) confraternizar con la Revolución, ayudar en las labores de reorganización de las viviendas y apuntar las medidas sociales del régimen de Fidel Castro para exportarlo a la Castilla-La-Nueva sin raíces, en la que los lugareños han perdido la costumbre de dejar abiertas las puertas de sus casas, rindiéndose al ponzoñosamente egoísta neocapitalismo globalizador. Bueno, o quizá no fue a eso. El caso es que a los dos días de su estancia en La Habana se enamoró perdidamente de una jinetera 15 años más joven que él, y decidió casarse con ella. Así llevan ya unos tres años de feliz matrimonio, él tratando con los proveedores, ella sirviendo sóla por las noches a los lugareños detrás de la barra del bar. Aunque claro, las lenguas tienen la virtud de ser casi siempre viperinas, y llegó a mis oídos antes de irme de que a la chica esta le habían puesto el cariñoso mote de la golfilla, aunque yo por supuesto no le doy ninguna credibilidad a esta noticia.

Con el inicié una profunda conversación acerca de Cuba, que bien puede resumirse en lo siguiente.

- Pues que sepas que ellos tienen dos clases de plátanos: uno que es básicamente como el que tenemos aquí y que es dulce, que lo utilizan como postre y otro más grande, que lo usan para freír y mezclarlo con arroz que se llama...

- ¿Banana?

- (mirada de incredulidad del primo) Sí, ¿la has probado alguna vez?

- Sí bueno, alguna vez que otra.

- Pues que sepas que allí hay muchos productos que no se conocen y que te cuestan un ojo de la cara, como por ejemplo el tomate, pero luego tienen una fruta que está riquísima, que es como ovalada o redondeada, que la abres y parece como un melocotón...

- El mango.

- (Mirada pasmosa y feliz, ya habñia encontrado a su alma gemela) Si! ¿Lo has probado? Pero si aquí no hay mango por ningún sitio. ¿Qué te lo han puesto, en un restaurante o algo así?

- Es que en Madrid hay alguna que otra tienda que importa frutas exóticas (mientras estaba pensando dejcaradamente en la sección de frutas y verduras de un erojqui cualquiera).

- Pues nosotros le pedimos siempre a mi suegra que nos mande mangos, que mi mujer los prepara que no veas, te estás chupando los dedos de aquí al San Roque (¿? Este último comentario no lo entendí del todo bien porque seguramente me faltaban los datos contextuales necesarios, pero no quise que me lo explicara dado que acabábamos de formar los vínculos de amistad que nos unirán de aquí al resto de mis días).

- (Aparición sorpresiva y estelar (bueno, una de tantas) de mi primo Manolito, que se veía a la legua que quería entrar en la recién formada panda) Pero tengo entendido de que lo que más hay en Cuba son pobres, ¿no? (mirada desdeñosa de mi otro primo y cariñosa de mi parte, dándole a entender que por mí podría estar dando ese tipo de desparramamiento de camiones rebosantes de caviar todas las veces que él quisiera).

Por último, y no por ello menos importante, quiero hablar de dos primos a la vez, ya que son pareja sentimental. Lo cual parece muy modernillo porque desde un punto de vista racionalsocialista rompe todos los moldes de la estructura tradicional de la familia, y queda txupiguay y de rollito sigloXXI este tipo de relaciones incestuosas en series como Los Serrano; cuando en realidad las bases de poder de toda la puta vida se han realizado mediante este tipo de relaciones endogámicas. Por eso los más viejos del lugar sólo se mojquearon de cara a la galería durante los primeros meses de relación, para acabar aceptándolo como un hecho más. Por eso ninguno de mis primos se inmutó lo más mínimo mientras ellos dos se estuvieron dando el lotazo toda la noche delante de nosotros ora apoyados en una pared, ora tirados en un sofá, ora yéndose al servicio cada dos horas. Así que he de reconocer que mientras unos fantaseaban con las infinitas virtudes de la dieta cubana, otros se magraban salvajemente frente mis narices a escasos metros de un muerto, otros dudaban entre las posibilidades del CSKA de Moscú o del Rosenborg para llegar al cruce de octavos de final, y otros me contaban la frejcura de sus primeros escritos cuando tenían diecisiete años, un par de veces no pude resistirme y me excusé ante ellos para salir fuera al patio para poder partirme la caja de risa en una digna soledad.

El día siguiente al entierro de mi pobre abuela me despedí con los ojos bañados en lágrimas de ese microcosmos tan alucinante, con el que estoy seguro de que cualquier persona con talento tendría material de sobra para ejecutar una obra maesrtra en cualquier formato artísitco, que estaba dejando atrás y que estaba completamente convencido de que no volvería a ver nunca.

2 comentarios:

maria dijo...

Pues no habia entrado a tu pagina nunca, y llegue por azares del destino (o dandole a next blog, whatever). Me gusto mucho y lo ponder ene mi lista de checar a diario.
Gracias, que gracia para contar las cosas.

Chopenjagüer dijo...

Bienvenida a este pequeño, humilde y muchas veces caótico blog. Espero que mis posteriores andanzas te sigan entreteniendo ;).