martes, mayo 24, 2005

Raja barómetro por temor a bajar

Vuelvo a esta ventana-microespacio-vertedero de informaciones inútiles que me brindan desde lo más profundo del corazón del país de las Libertades unos desconocidos informáticos y otros no más conocidos empresarios del mundillo de las nuevas tecnologías que a través de un proceso científico de birlibirloque arrejuntan Nuevallorc (ande creo que está la sede de Bloguer) y el Faro de Occidente y capital del Imperio (Madrid) -66 palabras sin un sólo signo de puntuación, desde vuestro Comer es de cobardes siempre estamos intentando batir records inútiles; algún día me plantearé el de máximos signos de puntuación en un sólo párrafo-, tras unos días de asueto vacacional en La Mancha profunda. ¿Cuáles han sido las razones de este retiro? Aquí os las dejo en cuatro bloques para que elijáis uno:

A.- La vida de este vuestro humilde servidor que trabaja incansablemente en la ardua tarea de juntar letras una detrás de otra para que quede constancia de su paso por el mundo, y que de paso quiere hacer que las pupilas de vuestros ojillos se dilaten y/o se iluminen (¿son términos contradictorios? Entonces pondré la excusa de que soy de letras) al menos una vez en la vida gracias a él, está demasiado cargada. El estrés, los malos momentos de tensión, las prisas y el agitado tren de vida que se ve obligado a llevar hacen de cuando en cuando mella en su ánimo, sobrecargan su sistema nervioso y le obligan a abandonar los núcleos urbanos para vaciarse y redoblar su serenidad de ánimo.



B.- La ciudad corrompe el alma noble de vuestro escriba. Es por eso que antes de verse contaminado por el aura de perversidad que cientos de años de malsano desarrollismo de las sociedades pequeñoburguesas que prefieren hacinarse unos contra otros en pisos diminutos semejantes a tumbas antes que someterse a la poderosa fuerza que es la Natrualeza en bruto, como buenos cobardespeseterossionistas que son, prefiere respirar el aire puro que la Meseta le ofrece, además de disfrutar de esos milagrosos e inacabables campos secos y pedregosos de donde brotan los viñas y los olivos, y donde los pastores varean a sus rebaños de ovejas guiándolas por el camino recto, dejando a su paso un enriquecedor paisaje de canicas orgánicas a ras de tierra.



C.- Los últimos sucesos de actualidad han forzado a vuesto petit maître favorito a retirarse de la orgía de pasiones políticas, futbolísticas o musicales. Es un exilio interior, intentando emular a gentuza del calibre de Dámaso Alonso, pero también es un exilio interior geográfico: El ejcribiente decide, antes de caer en las fauces de la misantropía, aislarse de la civilización y no saber nada del viaje de Carotruvira a Israel, de seguidores del frente atlético pateando vallas de campos de entrenamiento o de mefistofélicas artimañas eslavas en festivales de Eurovisión. La melancolía hace presa en él, y medita profundamente durante todo un fin de semana acerca de cómo salvar el mundo de la catástrofe a la que poco a poco se ve irremisiblemente arrastrado.



D.- El fiel transmisor de la realidad tiene un corazón envenenado. Con modales exquisitos, eso sí, pero con un fondo de maldad desinteresada, gratuita e imparcial que esparce por igual esté donde esté. En su cerebro de reptil aparece una nueva idea: ¿Por qué no propagar el vicio y el decadentismo a principios del siglo XXI por la Castilla profunda? Satisfecho ante tal idea, decide vaciar medio cartón de Cumbres de Gredos en una copa de cristal de Bohemia y brinda con el crepúsculo: él va a emponzoñar, enquistar y derrumbar el locus amoenus que se extiende al sur del Tajo, y a sembrar la semilla de la dijcordia entre los lugareños, acabando así de un sutil puntapié con el mito del buen salvaje.


Hasta aquí llegan estas cuatro variantes al más puro estilo de los libros de Elige tu propia aventura. Obviamente las cuatro son rotundamente falsas, pero ¿qué coño más da? ¿Acaso eso plantea algún problema a la hora de elegir la que más te guste? La ficción y la realidad en este bloj se entretejen hasta formar una sóla y única sustancia.

Más o menos como las bolas de pelusa a los ombligos.

2 comentarios:

Gamo P. dijo...

Solo se me ocurre decir una cosa:

¿quÉ?

Chopenjagüer dijo...

Querido Pablo Gamo:

Sólo puedo responder una cosa:

¿Qué de qué?