martes, mayo 03, 2005

Allá, cada gorda drogada calla

Hoy se ha acabado mi periplo como ser humano independiente y dueño de mi destino, y vuelvo a esa relajante vida en la que no tienes que preocuparte por qué coño vas a comer hoy, librándote de la presión que te infligen esos malditos catxarros de cocina hijosdesatanás que a la mínima que te distraes un poco hacen que el aceite salte a tus brazos, estigmatizándote durante unas horas; la comida se te quede carbonizada o una mancha de huevo y patata deje pringosos tus pantalones preferidos cuando te dispones a darle la vuelta a la (insisto) Tortilla Francesa con Patatas. Ni de cuántos centímetros de capa de roña se están acumulando en el suelo de tu casa, ni de perder tres cuartos de hora de tu vida fregando uno a uno todos los platos y cubiertos que has ido utilizando durante toda una semana sólo por el prosaico motivo de que no te quede ninguno más limpio y tengas que reutilizarlos. Ayer perdí la libertad. Ayer perdí la responsabilidad. Hoy vuelvo a ser lo que era hace 31 días y ya etxaba de menos: un jovencito de cuarto de siglo heterosexual (por lo tanto completamente liberado de colaborar en las tareas del hogar) que vive con sus padres. La vida a veces es justa.

Sí, mis padres han vuelto de la pérfida albión tras dejarme cuatro semanas al mando de la vivienda unifamiliar común. Lo que obviamente también tiene sus desventajas, pero ¡qué coño!, todos las sabéis y no me gusta escribir acerca de lo obvio. Digamos que he tenido que soportar una larga sesión viendo fotos típicas de turistas -esfuerzo sobrehumano sí, pero que has de saber sobrellevar ya que sólo será durante un día-. Reconozco que no soy una persona adicta a las fotos (ni a hacerlas, ni a verlas, ni siquiera a salir a ellas); de hecho soy un completo fanático de la idea que tienen algunas tribus del África Central, que piensan que cuando te hacen una foto, te están robando el alma.

Por lo que estamos creando hordas de Dorian Grays sin saberlo. Haced alguna maldad y ved como vuestras imágenes en las fotografías se afean y se retuercen...

P.D: Desde aquí mando un afectuoso saludo gremial a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y en especial a la Guardia Civil, que sé que me están leyendo (he visto su visita en el contador). Chicos, he captado el mensaje y prometo que moderaré mi lenguaje y no haré nada ilegal.

Lo juro. En serio. Creedme.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

las fotografías no te roban el alma te la deforman. Tienes razón tengo un montón de fotografías tuyas en el móvil...ahora entiendo lo del gusano.

Anónimo dijo...

Supongo que las fotos de comisaria han sufrido el mismo impacto.
La verdad, es que siempre te has dao un aire a fredi cruguer.

Chopenjagüer dijo...

Querido anónimo 1:

Pues yo no entiendo absolutamente nada. Ten esto en mente: yo poco o nada doy ya de mí, y mi cerebro no está pa retruécanos. Háblame como si de un niño de cuatro años, de un hincha del realmadrid, de un fan de Manolo García o, simplemente, de un estudiante de Filología me tratase.

Querido anónimo 2:

¿Fotos de comisaría? me temo que te has confundido de bloj; mi expediente está completamente limpio. Por otra parte creo no tener tantas cicatrices comol malo de P-E-E-S -aun-. Y además ahora mismito acabo de morderme las uñas.

P.D(vale para ambos): a ver si firmamos los comentarios; que prefiero individualizaros antes que trataros como ganado sin nombre propio.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.