Recordando cómo nos esforzábamos por moldear con las manos en la tierra un circuito apto para jugar a las chapas de ciclismo, mientras las chicas más vanguardistas de la época saían a la calle con sus camisetas cortas y ceñidas marca Bones y Powell Peralta, con sus güesos entrecruzados y sus calaveras con cara de enfado. Esas chicas que se reían de los escasos especímenes que empezaban a perder su puesto entre la Juventud porque todavía llevaban chapas de Acids de colores incrustadas en sus chaquetas. La moda ya devoraba a sus súbditos, aunque yo era aún demasiado joven para percatarme de ello. Y una vez que habías empezado a jugar fijando las reglas "no valen redondillas", "si te sales del circuito te retrasas dos palmos", un Renault 7 nuevecito con matrícula CA y con las ventanillas bajadas en pleno invierno inundaba el ambiente con las melodías que se desperdigaban desde su cassete de dos kilogramos de peso; canciones sacadas del Boom 5, el Máquina Total 3***, el Ibiza Mix o cualquier otro disco recopilatorio que recogiese las canciones del momento. Y en aquel ambiente se respiraba felicidad.
Qué tiempos, cuando te ibas a la cama con la excitación que te entraba al saber que al día siguiente no irás al colegio porque es un día festivo. Qué alegría cuando uno de tus amigos se compraba una videoconsola de última generación y subías a su casa muy de vez en cuando a etxar una partida al Altered Beast o al Bubble Bobble, mientras su madre te guiñaba un ojo y te traía un vaso de Pesicola (¡todo un lujo!). Videojuegos que hoy en día puedes encontrar en la última planta del Museo del Diseño londinense, expuestos como obras de arte, entre posters de Saul Bass y sillas-de-la-era-espacial al más puro Sixties style.

Sillón reposapieses de diseño
2 comentarios:
*** ¿Alguien puede aventurarse a decir una cifra exacta acerca de cuántos números duró la serie de discos de Máquina Total? Mi apuesta personal y a ciegas (guiado sólo por los recuerdos de los anuncios que veía por la tele): diría que fueron 7.
Como mínimo 9 (en el que una tal Rebeca cantaba el moderadamente famoso 'Duro de pelar'). Algún día habría que investigar qué fue de toda esa gente tipo Scatman John, Whigfried o la propia Rebeca...
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