jueves, mayo 26, 2005

Esope reste élu par cette crapule et se repose

Aún estoy sorprendido de mi capacidad para rellenar párrafos y párrafos de letras que no encierran ningún tipo de información, como he demostrado en mis dos últimos bloques tochotemáticos. Sin duda dos piezas maestras de vacuidad.

Pero como me aterra la posibilidad de que semejante acumulación de palabras sin sentido alejen a futuros lectores de este punto de encuentro - duty free de desvaríos superficiales, voy a intentar ser más conciso a partir de ahora. Sin embargo no puedo ponerme una fecha fija como en el caso de los encabezamientos a base de palíndromos, porque sé que en cualquier momento mis dedos castañetearán bajo el síndrome de abstinencia, obligándome a enrollarme como las mantas.

Como mi vida carece del más mínimo interés a todos los niveles, afectada por una monotonía que comienza a ser demasiado grave, me veo en la obligación de rellenar este blog, que en un principio debería centrarse más en mis vivencias personales, con retazos de la vida de otros seres con los que contacto en relaciones de pocos minutos, y que arranco de sus cuerpos sin que se den cuenta para ponerlas aquí por escrito.
Como es el caso de un tierno grupo de tres quinceañeras bakalasque iban aireando sus miserias cotidianas a voz en grito en un vagón de tren, mientras majcaban chicle fuertemente o se pasaban los lápices de labios de sabores de fresa-melocotón-mandarina entre ellas. Uno no puede hacer otra cosa más que sonreir cuando encuentra este tipo de situaciones que le devuelven por un instante al mundo perdido ya de la felicidad y la inocencia.

Hasta que una de ellas, que podría catalogarse como la Matriarca de las malotas, la jefe del grupo, abre la boca con una indignación visible:

- Bakala Jefe: ¡Joder, es que me llama la notas esta para quedar, porque dice que le ha llamado un chico al teléfono que dejó en la sección de contactos de El Mundo y no se atreve a ir sola por si va a ser un loco que la va a violar a pegar o algo!.

Ante los gritos de apoyo de las otras dos cotorras de instituto hacia la jefe, diciéndole que hace muy bien en mandarla a tomar por culo, me entero de toda la historia: al parecer, la chica que estaba siendo criticada por sus mejores amigas no era especialmente agraciada, y la única manera que tenía de comerse algún rojco de vez en cuando era poniendo un anuncio en el suplemento de dicho periódico en la sección "busco amistad". Algo que dentro de la anormalidad parece algo al menos coherente, y que habría sido digno de contar aquí de por sí, para rellenar un güeco con más pena que gloria. Pero afortunadamente la chica que llevaba la voz cantante abre a boca para añadir información nueva a ese hecho (algo que nosotros los filólogos llamaríamos Rema, ya iba siendo hora de meter por aquí una morcilla intelectual gratuita):


- B.J.: Joder, porque es normal que le llamen tíos raros poniendolo en el periódico. Si lo hubiera puesto en los anuncios de contactos del Teletexto habría sido otra cosa.

¿Puedo añadir algo más? Creo que esta ha sido una de las pocas veces que he sido completamente incapaz de guardarme la risa en ese momento. ¿Por qué me pasarán a mí por los ojos este tipo de trailers cargados con toneladas de caviar en bruto? Mira que me han pasado situaciones mágicas en los transportes públicos (los adoro), pero creo que ésta entra directamente al Top faif.

1 comentario:

Gamo P. dijo...

Estoy impresionado con los speechs introductorios que te estas soltando ultimamente. Cada día tengo más claro que te estas convirtiendo en la Esther Tujquets del ciberespacio.

Felicidades