martes, noviembre 23, 2004

Castigo Babel

En el blog de hoy voy a intentar hablar acerca del programa más cool que se emite actualmente en la parrilla televisiva, aunque me parece tan difícil de transcribir a un medio no-visual que... Bah, dejémonos de circunloquios.

El domingo por la mañana volví a casa temprano después de salir de mi casa (a hacer footing, trekking, smoking y todas esas cosas sajonas que te ayudan a estar en forma) unas diez horas antes y, mientras estoy haciendo el desayuno, enciendo la tele y me encuentro con este prodigio, paradigma de las nuevas sociedades estilo siglo XXI: TELENOTICIAS SIN FRONTERAS.

Para los que no hayáis visto nunca este programa, y para mis innumerables lectores de las colonias americanas-africanas-asiáticas o del resto del bárbaro globo que no entra dentro de la definición de Madrid Capital-del-Imperio i Faro-de-Occidente, hay que explicar que el Telenoticias sin Fronteras es un espacio multicultural en donde las diversas comunidades foráneas que se ven representadas por las calles de nuestra ciudad se puedan poner en contacto unas con otras, y puedan ver reflejadas sus ideas, sus inquietudes y sus propias costumbres en el espacio madrileño, así como estar informadas acerca de los sucesos que acaecen en sus países de origen en su propio idioma.



O lo que es lo mismo, poner a una china, una rusa, una mora, un chulo latino y un guiri irlandés en el mismo plató, y hacer que unos se den paso a otros en español para dar las noticias de cada uno de sus grupos en sus idiomas natales. Es decir, a la china le toca tol sudeste asiático (Camboya, Laos, Vietnam etc) más China y Japón, es decir, países que tienen mucho que ver entre sí; y lo comenta en chino; la mora habla de Marruecos, Palestina, Afganistán, Somalia etc, en árabe; la rusa, de Bulgaria, Estonia, Polonia, Eslovaquia, etc, en su Русский язык natal y así ad nauseam. Queda tan cosmopolita y moderno...

Una pena que no se entiendan entre ellos, cada uno diga una cosa diferente, sonría y después pase de contestar y vaya a su aire durante los minutos de su sección. He de reconocer que de los cinco presentadores de programa hay dos que quedaron más prendidos en mi pupila que los demás. La china se ganó mi corazón al responderle algo en un español más bien chirriante a la mora, y dar paso también en español a las imágenes de un torero que había triunfado en la primera corrida de toros asiática de la Historia celebrada en shanghai; y cuando se acabó el vídeo apareció el segundo presentador PUTOAMO del momento, el sudamericano (¿los sudamericanos no entienden los informativos autóctonos nuestros? ¿Para qué está este ahí? Maldito buenrollismo racista) suelta una gracieta maja a la china respecto a la corrida de toros, la china se le queda mirando sonriente y, tras medio minuto de tenso silencio (el sudaquita (así parece menos despectivo, ¿verdad?) esperando la respuesta de la china; la china pensando en qué coño le habría preguntao éste; los demás pensando en por qué están todos callados), acabó con un "bueno tu turno Pajcual (nombre ficticio del presentador de la sección de noticias del centro y sur del continente americano), ¿qué más nos tienes que contar?" salido de los labios de la exótica presentadora del extremo Oriente.

Y el programa me pareció una metáfora tan colosal de la incomunicación de los grupos humanos dentro de la megalópolis en la que vivo, que no pude hacer otra cosa más que mojar, con movimiento acompasado y subconsciente, la madalena en el café con leche ora con esta mano, ora con la otra; y mirar con la boca abierta la pantalla durante más o menos media hora, hasta que decidí acostarme y meditar profundamente acerca de todo lo que había aprendido en tan corto espacio de tiempo.

1 comentario:

Gamo P. dijo...

Magdalenas' Yo creía que a tí de las Campurrianas no te sacaba nadie. Supongo que será una pequeña licencia poetica, pq todos los colegas sabemos que "no tomas café"