lunes, julio 18, 2005

Sister act II

El pasado viernes llegó mi hermana a Madrid. Hecho que no tendría nada reseñable de por sí (quien más quien menos todos tenemos un hermano, un chucho, un amigodelalma) de no ser porque esto sólo sucede una o dos veces al año. Mi hermana es londinense de adopción.

Cada vez que viene a Madrid tiendo a olvidarme del mundillo de amistades, conocidos o gente-a-la-que-le-dices-hola-y-te-tomas-algo-con-ellas que me rodean y me centro en sacarla por los sitios más txic de la ciudad, haciéndole rememorar aquellos lejanos tiempos en los que se tomaba una litrona con sus amigos rocabilis en los -afortunadamente lejanos ya- años 80. Y esto no es un sacrificio para mí, ni mucho menos. Salir con mi hermana es un auténtico placer. Os podrá sonar sentimentaloide, ñoño, pero los que habitualmente me leéis sabéis que me cuesta horrores soltar un elogio sincero hacia alguien.

Y desde luego no es por los lazos de sangre. No soy una persona familiar en absoluto. Pero siempre he sentido una cierta ligazón ante la gente que no se deja llevar por sentimentalismos estúpidos o buenrollismos típicos de cantemos-un-rock-para-alimentar-al-tercer-mundo; y que tiende a ir a su bola.

Obviamente ella también tiene que cumplir algunos compromisos sociales. Ya que sólo viene una semana, ha de tragar con las típicas visitas familiares al Parque de Atracciones (como por ejemplo hoy) de los que yo tiendo a ejcaquearme, pero que le servirán para ir empapando poco a poco a su retoño, un niño-jaguar angloespañol de poco más de dos años, mala oxtia digna de un hooligan y berridos capaces de romper copas de cristal (con el que -sé que me crucificaréis por decirlo- se me cae la baba) en la cultura infantil y prototineiller castellana.

O si no, que levante la mano alguien que no haya pisao el verdadero Amusement Park capitalino (nada de Parque Guarner ni mierdas modernas por el estilo) de jovenzuelo. Le pondré la vitola de 'marginal' ipso facto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmmm que deliciosa chica tienes en la portada, justo como me gustan a mí: "mujer-mujer" que haya donde agarrar.
Posiblemente, además, sea italo-argentina, ecologista sandía (ya sabes, verde por fuera pero roja por dentro), vegetariana y lectora de libros de la guerra civil y de poetastros-franceses-malditos-con-trágico-final.
Nos vemos.

Chopenjagüer dijo...

Querido Carlos:

Si mi diva de la portada fuese tal y como me la estás pintando no dudaría ni un segundo en darle la patada y bujcar otra más afín a mis gustos; pero sin embargo yo la veo como la típica zorra-gélida-cosmopolita-superficial con complejo de mantis religiosa, lectora compulsiva del Dunia y el Patrones, con detalles de posh británica y que no dudaría en despellejar al último lince ibérico para adornarse con un par de guantes de piel exclusivos -es decir, mi tipo de mujer-.